EL EFECTO INVERNADERO Y CALENTAMIENTO GLOBAL
El Sol irradia energía en longitud de ondas cortas hacia la superficie terrestre, activando el clima en la Tierra. (MMA, 2017).
Fuente. Ministerio de Medio Ambiente (2017).
Cerca de una tercera parte de la energía solar que alcanza la parte superior de la atmósfera terrestre es devuelta al espacio, y la energía restante es absorbida por la superficie terrestre. Para equilibrar la energía absorbida por la superficie, la Tierra debe irradiar la misma cantidad de energía al espacio. Sin embargo, como la Tierra es más fría que el Sol, irradia esta energía en longitudes de onda más largas. La atmósfera, con la participación de las nubes, absorbe gran parte de esta radiación térmica emitida desde la Tierra, y la vuelve a irradiar a ésta. Este proceso corresponde al denominado “efecto invernadero”.
El efecto invernadero es una característica esencial de nuestro planeta que ha permitido que exista la vida en él durante milenios. La atmósfera, una fina capa gaseosa que envuelve a la Tierra, permite que penetre una parte de la radiación emitida por el Sol y caliente el planeta.

Fuente. (Consejería de Infraestructura y Medio Ambiente y Cambio climático, 2019).
La temperatura de la Tierra es resultado de un equilibrio entre la energía que recibe del sol (radiación solar) y la energía que libera al espacio exterior. Alrededor de la mitad de la radiación solar que recibe la Tierra y su atmósfera se absorbe en la superficie. La otra mitad es absorbida por la atmósfera o vuelve a emitirse al espacio por las nubes, pequeñas partículas en la atmósfera, la nieve, el hielo y los desiertos en la superficie terrestre. Parte de la energía absorbida en la superficie terrestre vuelve a irradiarse (o es devuelta) a la atmósfera y al espacio en forma de energía calorífica o térmica. La temperatura que sentimos en una medida de esta energía calorífica.
En la atmósfera, no toda la radiación térmica emitida por la Tierra alcanza el espacio exterior. Parte de ésta es absorbida y reflejada de nuevo hacia la superficie de la Tierra por las moléculas de los gases de efecto invernadero (GEI) y las nubes (el efecto invernadero). (Consejería de Infraestructura y Medio Ambiente y Cambio climático, 2019).
Estos gases con capacidad de absorción del calor se denominan gases de efecto invernadero (GEI). Si estos aumentan en cantidad, su capacidad para retener la radiación solar se incrementa, con el consecuente aumento de la temperatura media del planeta. Este incremento de los GEI presentes en la atmósfera supone la causa más importante del calentamiento global, del que deriva el cambio climático en el que nos encontramos.
Fuente. MMA, (2012)
Producto del efecto invernadero el planeta se mantiene a una temperatura agradable que hace posible la vida, por cuanto impide que los días sean demasiado calurosos o las noches demasiado frías. Si el efecto invernadero no existiera, el calor y el frío serían ntolerables para la especie humana. (Ministerio de Medio Ambiente, 2012).